martes, 10 de septiembre de 2013

La Roma que se esconde

Semanas, nos quedan semanas y todavía tenemos miles de cosas por ver y otras tantas por descubrir en Roma. Este es el sentimiento que tenemos en este último mes de nuestra estancia en Roma. El viernes pasado, tras salir del trabajo y comer algo, decidimos vaguear, pues no teníamos ningàun sitio en concreto para visitar, decidimos que los pasos nos llevaran hasta nuestro destino en esa tarde. Como teníamos un poquito de hambre y calor, decidimos pasarnos por una heladería que hay cerca de Campo dei Fiore, una donde te puedes hacer tú mismo tu helado y te lo cobran al peso, una genial idea para bolsillos de estudiantes y en un entorno inmejorable.

Decidimos pues sentarnos a la sombra del Palazzo Farnese y disfrutar de nuestro pequeño placer mientras observábamos a los paseantes y a los niños que jugaban a la pelota delante nuestra. Un momento de relajación y placer que a menudo es necesario en una ciudad como Roma.


Como también tenemos que hacer cosas por las tardes, decidimos acercarnos hasta uno de los lugares que debemos tratar en este próximo trabajo para En Roma, pero por azares de la vida, nuestro lugar estaba cerrado (cosa extraña al ser una iglesia “española”...), así que tuvimos que migrar hasta la próxima Piazza Navona, siempre llena de gente y entretenida. Roma es así, siempre está llena de gente a la que poder conocer o con la que poder entretenerse. Descubrimos esa tarde uno de los tesoros que guarda Navona, en una cercana iglesia un Caravaggio aguardaba a nuestra visita. Siempre espléndido y con ganas de impresionar. La “Virgen de Loreto”, casi a las puertas de la basílica de Sant’Agostino aguardaba nuestra llegada casi como en el cuadro, recibiendo a las puertas de su casa a los peregrinos que pinta el genial romano de la pintura barroca. Un espectáculo que por nada del mundo os podéis perder por esta "Roma que se esconde".


Virgen de Loreto, Caravaggio. Basílica de Sant'Agostino, Roma.

1 comentario:

  1. Así, igual que vosotros por Roma, me he dejado llevar yo por vuestras palabras. Precioso el Caravaggio. Besazos.

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